2013/06/12

CUENTO

"PINOCHO"

       
            En una vieja carpintería, Geppeto, un señor amable y simpático, terminaba un día más de trabajo dando los   últimos retoques de pintura a un muñeco de madera que había construido.                                                                                Al mirarlo pensó :¡Qué bonito me ha quedado! y como el muñeco  se había  hecho con madera de pino Geppeto decidió llamarlo"Pinocho". Aquella noche, Geppeto se fue a dormir deseando que su muñeco fuese un niño de verdad. Siempre había deseado tener un hijo. Y al encontrarse profundamente dormido, llegó un hada buena y viendo a Pinocho tan bonito quiso premiar al buen carpintero, dando con su varita mágica, vida al muñeco.
         Al día siguiente, cuando se despertó, Geppeto no daba crédito a sus ojos: Pinocho se movía, caminaba, se reía y hablaba como un niño de verdad, para alegría del viejo carpintero, Felíz y muy satisfecho, Geppeto mandó a Pinocho a la escuela, quería que  fuese un niño muy listo y que aprendiera muchas cosas. Le acompañó su amigo Pepito ,el grillo, el consejero que le había dado el hada buena.
        Pero en el camino del colegio, Pinocho se hizo amigo de dos niños muy malos, siguiendo sus travesuras, e ignorando los consejos del grillo: en lugar de ir a la escuela, Pinocho decidió seguir a sus nuevos amigos, buscando aventuras no muy buenas.
        Al ver esta situación el hada buena le hechizó.Por no ir a la escuela le colocó dos orejas de burro, por portarse mal, le dijo que cada vez que mintiera, le crecería la naríz, poniéndose además colorada.
        Pinocho acabó reconociendo que no estaba siendo bueno y arrepentido decidió buscar a Geppeto. Supo entonces que Geppeto , al salir en su busca por el mar, había sido tragado por una enorme ballena le pidió que le devolviera a su papá, pero la ballena abrió su enorme  boca y se lo tragó también a él.Dentro de la tripa de la ballena, Geppeto y Pinocho se reencontraron. Y se pusieron a pensar cómo salir de allí y gracias a Pepito el grillo, encontraron una salida. Hicieron una fogata. El fuego hizo estornudar a la enorme ballena, y la balsa salió volando con sus tres tripulantes.
           Todos se salvaron Pinocho volvió a casa y al colegio, a partir de ese día siempre se comporto bien, y en recompensa a su bondad, el hada buena lo convirtió en un niño de carne y hueso, y fueron muy felices por muchos y muchos años.

                                       

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